¿Hacer tu trabajo o hacer un buen trabajo?

¿Hacer tu trabajo o hacer un buen trabajo?

Si la situación económica lo permite, muchos de nosotros podremos decir que, al terminar el día, hemos hecho nuestro trabajo. Trabajo es aquello por lo que echamos horas realizando una actividad por la que se obtiene una recompensa económica. Frío ¿no?

Trabajo y más trabajo es lo que se nos presenta día a día en nuestras jornadas laborales, lo que nos implica compromiso y responsabilidad, entre otras. Todos podemos hacer nuestro trabajo con esfuerzo, concentración y dedicación, incluso hacer un buen trabajo si se mejoran las expectativas respecto a resultado… pero ¿qué es realmente hacer un buen trabajo?

Para explicarlo mejor veamos un ejemplo: un cerrajero que tiene que abrirnos la puerta ya que olvidamos las llaves dentro. Éste es eficiente y además lo hace rápido, pudiendo entrar en casa en pocos minutos. Un resultado positivo tras el trabajo por su rapidez, pero digamos que no es especialmente simpático quien nos ha atendido. En cambio en otra parte del mundo otro cerrajero con una sonrisa, igual de eficiente, agradable y atento que realiza el mismo trabajo se gana un “buen trabajo” sin “peros que valgan”.

Porque hacer un buen trabajo no es sólo cuantificable en resultados, sino en actitudes, en una idea mental que se crea en aquel que ha recibido el trabajo o servicio, una predisposición por su ayuda, una forma de hablar agradable y atenta, un trato cordial, saber que tu trabajo repercutirá en el estado anímico de otra persona de una u otra manera… Ganándose la recomendación por parte del cliente, implicando más trabajo y reconocimiento.

Y ahí es donde entra Guudjob, la comunidad de aquellos que desean devolver ese sentimiento de satisfacción al recibir de la mejor manera posible un buen trabajo o servicio.

Todo profesional seguro de sí mismo, seguro de que con predisposición y entrega con la ambición de ser un buen profesional no puede dejar escapar la oportunidad de usar la herramienta perfecta. Guudjob es sin duda su aplicación.

Porque al fin y al cabo trabajamos por un remuneración económica pero también por un reconocimiento de nuestro buen hacer como profesional.